Desde el principio, observatorio de medios
Teoría de la Comunicación Social 2
Comunicación Social
2003
observatorio de medios
mendoza
“Plena de tautologías
y evidencias,
la sociedad mediática
es avara en razones y argumentos”
Rafael. S. Guillén
En
el marco del trabajo práctico propuesto por la cátedra para el año 2003, a
continuación presentamos una primera aproximación a los objetivos de la
propuesta impulsada por Le monde diplomatique en el Foro Social Mundial 2002 a
cerca de qué se trata un Observatorio de
Medios de Comunicación. Entre uno de
sus objetivos fundamentales encontramos por un lado, el análisis y
documentación de la producción, circulación y consumo de los contenidos de los
medios locales. Por otro, el seguimiento riguroso y científico de la
información proporcionada por los medios mendocinos, en defensa del derecho a
la información y el de la libre expresión, consagrados constitucionalmente.
Observatorio ¿para qué?
Un Observatorio de medios de
comunicación es una organización social cuyo propósito fundamental es ejercer,
a través del análisis riguroso y responsable, la observación permanente de
información proporcionada por los medios de comunicación social. Es una
instancia no gubernamental, independiente y plural, con amplia participación de
la sociedad civil, conformado
por profesionales, estudiantes, investigadores y ciudadanos en general,
cuya misión fundamental es la de crear la conciencia de la libertad de
expresión y la defensa de la información le pertenece a todos los ciudadanos
del mundo. Por lo tanto, un observatorio debe mantener una vigilancia
permanente tanto de la vigencia de la libertad de expresión como del
cumplimiento del deber de informar por parte de los medios de comunicación
social y de los comunicadores, sin apelar a métodos que puedan llevar a la
restricción de tales libertades.
Tiene como cometido el análisis crítico de los productos ofrecidos por los medios de comunicación, y en el caso de mala calidad, el análisis de las causas estructurales para que eso suceda. No es un tribunal fiscalizador de la prensa, ni tiene la potestad de sancionar jurídicamente a los medios, sino de producir informes serios y documentados, a cargo de un equipo de profesionales de la comunicación capaces de examinar los diversos niveles de producción informativa, la relación de los periodistas y consumidores con las empresas de información, la influencia de factores económicos, publicitarios, retóricos, políticos, etc., en la construcción de la información. Por lo tanto, los temas fundamentales a los que se abocará el Observatorio estarán relacionados con la desinformación, la información veraz, la distorsión de la noticia, el sesgo informativo, imparcialidad y parcialidad periodística, tergiversación informativa, omisión, censura y autocensura, libertad de expresión, libertad y derecho a la información, tergiversación de los hechos, ocultamiento de datos y referencias, manipulación de las declaraciones, perspectivas tendenciosamente apocalípticas, análisis e interpretación de encuestas y estadísticas. También se ocupará de las condiciones laborales imperantes en los medios, la propiedad de éstos, el análisis editorial y político de los medios, la criminalización del conflicto social desde el discurso informativo, deontología y ética social. Atención a la cobertura de las minorías raciales, étnicas y nacionales y a los grupos que sufran o hayan sufrido discriminación.
Desde esta perspectiva, debe contribuir a
establecer parámetros que sirvan para verificar el cumplimiento de esos deberes
periodísticos que incentivan la convivencia ciudadana y el funcionamiento de la
sociedad dentro de un orden conveniente. Es fundamental, entonces, que el
Observatorio de a conocer públicamente, a través de informes periódicos los
resultados de las investigaciones realizadas.
La conformación de un Observatorio de Medios debe pensarse, en primer
término, enmarcado dentro del proceso democrático y relacionado con derechos
fundamentales inalienables como la libertad de expresión y el derecho a ser
informados. La idea surge a partir de observar el actual contexto de
globalización económica donde la llamada revolución digital ha impulsado una
gran transformación de la economía en general provocando que la mayor cantidad
de medios de comunicación masiva, agencias de noticias y productoras de
contenidos estén concentradas en manos de grupos económicos monopólicos,
holdings transnacionales, que además actúan en diversas ramas de producción.
Estos, tienen por objetivos fundamentales por un lado, el de generar las
mayores rentabilidades con el menor costo posible en el corto plazo; y por
otro, el de sostener y reproducir el modelo político y social hegemónico;
haciendo que dicho proceso de concentración corporativa se convierta en una
amenaza a la pluralidad, confiabilidad y oportunidad de la información.
La comunicación pasó a ser el instrumento más
acabado del proceso de acumulación económica, de incidencia cultural y social y
de determinación política.
En
los últimos años, la hegemonía ejercida por el modelo económico y social
sostenido ideológicamente en el pensamiento único y caracterizado por la
especulación financiera, el desmantelamiento del aparato productivo industrial,
la corrupción, la desocupación y la represión, ha sido quebrantada debido a los
altísimos niveles de exclusión y pobreza extrema que él mismo produjo, lo que
generó nuevas formas de protesta y conflicto social, derivando en nuevas formas
de participación política y social de organizaciones que reclaman no sólo
condiciones de trabajo y vida dignas y mayor distribución de la riqueza, sino
también mayor protagonismo en las decisiones. En todo el mundo, y en particular
en América Latina, se vive un fuerte proceso de lucha entre grupos de intereses
contradictorios por la imposición de modelos sociales y políticos de distinta
naturaleza: ALCA vs. MERCOSUR, dolarizadores vs. devaluadores, economía
productivista vs. economía especulativa, etc., son algunos ejemplos. Todo ello,
ha llevado a que los medios masivos adquieran un rol estratégico fundamental en
dicha proceso.
Por otra parte, en los últimos años se ha
producido, a través del uso de las nuevas tecnologías como Internet, un flujo
cada vez mayor de información, la cual es prácticamente imposible de
conceptualizar por una persona, lo que genera una saturación informacional que
facilita la capacidad para la desinformación difundiendo noticias falsas o
rumores que aparecen como información veraz. Consideramos pertinente señalar
esto, ya que las consecuencias de la expansión de Internet, ha llevado
fundamentalmente a una sobreinformación completamente fragmentada que evidencia
la necesidad de producir análisis capaces de relacionar criticamente estos “fragmentos informativos” con el
propósito de que la ciudadanía tenga una aproximación a una comprensión global
de los problemas sociales vehiculizados por los medios de comunicación.
Observatorios observando
Actualmente
existen varias experiencias de observatorios en todo el mundo, entre ellos se
destaca el Observatorio Global de Medios (Media Watch Global) que fue fundado
en la ciudad de San Pablo, Brasil el día 13 de mayo de 2002 por un grupo de
periodistas e intelectuales, profesionales y ciudadanos de diversos países de
América Latina, Europa y Estados Unidos. La idea había sido presentada durante
el II Foro Social de Porto Alegre en enero del mismo año por el intelectual y
periodista Ignacio Ramonet, director del periódico Le Monde Diplomatique y
presidente honorario de la organización internacional ATTAC. Su concreción se
aceleró a partir del papel que desempeñaron los medios con los conflictos desencadenados
en Venezuela. Ese mismo día también quedó constituido el capítulo Brasil del
Observatorio, e inmediatamente después de este encuentro, el día 17 de mayo,
una delegación se trasladó a Caracas para fundar el capítulo Venezuela.
Tomamos también la experiencia
española, donde el
centro UNESCO de Andalucía y la Universidad de Granada pusieron en marcha un
observatorio virtual sobre contenidos en internet donde se reciben denuncias
sobre páginas que puedan vulnerar los derechos humanos, sobre todo los de los
niños.
En nuestro país la
Utpba (Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires) el 10 de mayo de 2002,
conformó oficialmente en Buenos Aires el Observatorio Político y Social de
Medios en cuyo lanzamiento el tópico principal abordado en las actividades fue
precisamente el caso de quiebre institucional del 11 de abril en Venezuela.
* * *
Comentarios
Publicar un comentario