Debate sobre propiedad del conocimiento

 

Discusiones de antes y después de la asamblea.

Acerca del sistema de propiedad del conocimiento.

 

“Todo lo que la ley afirma, supone una negación”.

Julio, 2006.

 

 

Después de la participación en la jornada propuesta por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología del 05 de julio pasado, releímos el documento base para el debate sobre la Ley de Educación Nacional, participamos en el debate abierto de la Asamblea por la Recuperación del Sindicato (SUTE) y nos juntamos para seguir discutiendo. El análisis de este extenso encuentro lo hemos sistematizado en un gráfico sobre el Sistema de Propiedad del Conocimiento que entendemos está oculto en el documento oficial y nos proponemos compartir con ustedes algunos ejes de discusión que nos parecen claves para hacer frente al momento histórico que estamos atravesando. Aquí van:

 

Uno: Medios desenfrenados

Creemos que uno de los principales problemas de la LEN es la concepción del conocimiento que plantea. A través de la redefinición de la Política Educativa el Estado introduce como innovación una concepción del conocimiento que nos resulta sospechosa.

Nos ubicamos dentro de los marcos de un Estado centralista, presidencial, concentrador de las decisiones en los contenidos y descentralizador en las responsabilidades de las infraestructuras educativas. Este proyecto de ley es consecuente con el tipo de estado que construye el gobierno nacional. Aquí, el sistema de propiedad del conocimiento está enmarcado dentro de la caracterización de una sociedad como Sociedad de la Información (el documento la homologa con la Sociedad del Conocimiento). Las características de ésta:

  • Sus agentes protagónicos son las empresas de información que conforman un sistema monopólico como el Grupo Clarín, Vila-Manzano, Hadad y demás demonios;
  • Las empresas que conforman el esquema de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC) como las de telefonía, insumos informáticos, software legal (Microsoft) y demás corporation.

Las consecuencias de la sociedad de la información entendida bajo la mirada de estos agentes le otorgan al conocimiento una dimensión económica. Todo proyecto educativo que intentara incorporar en su curriculum estas concepciones, transformaría a los estudiantes en consumidores anodinos de esos productos. No negamos lo positivo de la incorporación de éstos en nuestra educación, sino que en los marcos propuestos solamente moviliza una economía trasnacional de forma acrítica y reproductora de las exclusiones que dice eliminar la ley.

Queremos, además, compartir unos párrafos muy interesantes del autor Samir Amin sobre la mundialización del capital: los países centrales, para mantener en una posición subalterna a las periferias, necesitan de diversos monopolios: de las nuevas tecnologías; de los medios de comunicación; de control de los flujos financieros; al acceso a los recursos naturales del planeta; del control de las armas de destrucción masiva. En nuestro caso analizaremos dos:

·         MONOPOLIO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS: se trata de un área que exige gastos gigantescos que solo un estado rico y poderoso puede sostener. Sin este apoyo, la mayoría de los monopolios no podría sostenerse.

·         MONOPOLIO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN: uniformizan la cultura mundial, pero, sobre todo, crean instrumentos de manipulación política. La expansión de los grupos de comunicación constituye uno de los mayores peligros para la práctica democrática.

 

Dos: El pacman del “conocimiento legítimo”

Según Pablo Imen el conocimiento legítimo se materializa desde diversos actores estableciendo una jerarquía, a saber:

  • MINISTERIO DE EDUCACIÓN que contrata a determinados
  • EXPERTOS quienes “producen” conocimientos (recordemos los NAP) que el
  • MERCADO EDITORIAL publica y que los
  • DOCENTES aplican para que los
  • “ALUMNOS” absorban como tontos geniales quienes finalmente serán evaluados por…
  • ¡¡¡¡EL MINISTERIO!!!

 

Tres: Policías y Tontos geniales

La función de la policía experta es construir saberes inobjetables, como garantía de lo que llaman “calidad educativa”. Nosotros, los docentes, somos los incapaces de producir conocimiento (aun habiendo tenido el privilegio de años y años de educación formal) y, a su vez, somos regulados y controlados en nuestro trabajo intelectual docente por los expertos. Finalmente, los más tontos pero geniales (golosos de saberes) del esquema: nuestros estudiantes, imposibilitados de reflexionar e intervenir sobre el sentido del acto cognitivo. 

 

Cuatro: Santillana amasa la masa

Todo lo dicho hasta aquí define lo que nosotros entendemos que es el sistema pedagógico oculto en el documento ministerial. El conocimiento es entendido como un conjunto de saberes sancionados, regulados y controlados por el Estado materializado por el Ministerio, los expertos y el mercado editorial. Todo esto enmarcado dentro de las condiciones de las empresas de medios de información y las corporaciones de las nuevas tecnologías.

 

CONOCER ES SER EN EL CONOCIMIENTO. Esta concepción, elaborada por W. Benjamín, está completamente negada en el documento propuesto por el Ministerio de la Nación. Entendemos, aprovechando las líneas del documento de Pablo Imen, que la educación emancipadora tiene múltiples aspectos: formar un sujeto libre, autónomo en su pensamiento, argumentador de sus derechos, constructor de un proyecto colectivo, entre otros. La frase de Benjamin nos invita a pensar que los sujetos se relacionan con el conocimiento en forma libre, democrática, sin la imposición de un conjunto restringido de saberes con la pretensión de “conocimiento legítimo”.

 

El motor de estas líneas es profundizar sobre la concepción del conocimiento que despliega el texto del Ministerio. No nos parece de poca importancia insistir en reflexionar sobre este tema, debida cuenta de que en estas concepciones se encuentran también una descripción de cuáles son las tareas de nuestro oficio: la reproducción de ideas construidas desde el poder, la negación de nosotros como sujetos pensantes y cognoscentes de nuestras disciplinas y los problemas de la escolaridad y otros que completarán ustedes, todos.

Colectivo de Comunicadores Culturales y Populares.




 


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