AUDIENCIA PÚBLICA: DEBATE SOBRE LA LEY DE MEDIOS

 

Durante el transcurso del año 2009 en Argentina se promovieron audiencias públicas con el objetivo de crear un nuevo marco legal regulatorio para las telecomunicaciones en el territorio nacional. La presentación del ante-proyecto tuvo el nombre de Ley N° 26.522, de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA), y tomó como base  iniciativas de organizaciones de la sociedad civil (sindicatos de prensa, universidades, organizaciones sociales, radios comunitarias, pequeñas radios comerciales y organismos de derechos humanos, entre otros) -aglutinadas en el año 2004 en la “Coalición por una Radiodifusión Democrática”. Se elaboraron en conjunto con el Foro Argentino de Radios Comunitarias, los 21 puntos básicos para una nueva ley de radiodifusión que remplazara la anterior, heredada de la dictadura. 

Desde mediados de los años ´80, las entonces recientes carreras de comunicación social fueron uno de los principales agentes impulsores de la reforma de la Ley de radiodifusión. Finalmente la puesta en vigencia de esta nueva norma en el año 2013, no lejos de polémicas y críticas de diferentes sectores políticos y sociales. 

AUDIENCIA PÚBLICA: DEBATE SOBRE LA LEY DE MEDIOS

ORGANIZACIÓN: Colectivo de Comunicadores Culturales y Populares, desde el Boletín SUMAMENTES.

Orador: Profesor Gustavo Gálvez

 

¿Por qué es necesario discutir en el Congreso una ley que regule las empresas privadas de las comunicaciones?

 

En primer lugar, hay que aclarar que los protagonistas de este debate no son los medios de comunicación, haciendo justicia a la expresión, los protagonistas no son “los puentes que colaboran con la unión de los lazos sociales y que contribuyen a cumplir necesidades históricas como sociedad”. Porque en la Argentina, más que a medios de comunicación este debate tiene como protagonistas a las empresas privadas dueñas de todos los soportes tecnológicos necesarios para que una sociedad esté comunicada. Como tales, tienen un único objetivo: acumular dinero a través de la compra y venta de información.

En todo caso, son todavía medios de comunicación las revistas, los programas de radios y otras expresiones comunitarias y alternativas que todavía son utilizadas resguardando un sentido social en la utilización de estas tecnologías. Y son medios de comunicación porque, fundamentalmente, todavía constituyen herramientas de vínculo entre las personas, todavía contribuyen a despertar la participación ciudadana, todavía colaboran a despertar en la sociedad un sentido crítico sobre el mundo que vivimos y todavía lo hacen sin el objetivo de venderle algo (cualquier cosa, sino todo) a quienes nos leen, nos escuchan o nos miran.

Esta diferencia es importante para tener en cuenta porque esta nueva ley intentará regular los alcances de las grandes empresas privadas que hemos mencionado, a fin de pluralizar el espacio comunicacional donde se producen, circulan y se accede a los contenidos de la prensa gráfica y audiovisual. Pluralizar quiere decir aquí darle la posibilidad a los que no tienen voz. Pluralizar quiere decir: contenidos educativos. Pluralizar quiere decir: muchos y no unos pocos. Pluralizar quiere decir que el espacio comunicacional es de todos.

Como Colectivo de Comunicadores Culturales y Populares, vinculados al campo de la educación (vale decir: como docentes y estudiantes) señalamos por último que esta nueva ley de medios no es una ley k. Señores grandes propietarios de las empresas privadas de información: el debate público de esta ley no puede estar sometida a la lógica con que se arma una agenda mediática. El contenido de esta ley tiene una historia, porque es parte de la historia.

Los contenidos de esta “nueva”  ley de medios no se gestaron hace un año, dos o tres. Sus contenidos comenzaron a trazarse ya a fines de la década del ’90 en un espacio público específico: en las cátedras y pasillos de nuestras universidades públicas y gratuitas de todo el país. Fueron sus intelectuales -junto al movimiento estudiantil organizado- quienes empezaron a discutir sobre la necesidad de superar la vieja ley de la dictadura; la necesidad de superar la ley que posibilita el monopolio; de superar una ley que es un cheque en blanco a grandes las empresas privadas que detentan las herramientas comunicacionales en un espacio que es de todos, que nos pertenece.  Señores legisladores: esta nueva ley no es nueva. Esta es una ley de la universidad pública, antes que una ley K. Lamentamos que la expresión no se ajuste a la cantidad de caracteres del titular de tapa que los empresarios venderán mañana. Como sociedad, y en democracia, no podemos negarnos a discutir nada. Discutir significa conocer. Y solamente somos, en el conocimiento.

Muchas gracias.

Consumos de medios en Argentina después de 10 años del debate.✋

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Fundación Luca de Tena. Laboratorio de Periodismo (2019)









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