Teoría de la comunicación. Parte 2
Balance de las primeras investigaciones en los EEUU.
Estas concepciones iniciales en los estudios de
comunicación social fueron revisadas por la pregunta de Lasswell y la
sistematización de las áreas de investigación. A pesar de señalar y describir
áreas específicas de los estudios, fundamentalmente en los análisis de los
contenidos y los análisis de los efectos, la superación de los paradigmas
iniciales se detectan en los años cuarenta, con las investigaciones empíricas
propiamente dichas. Es decir, dos décadas después de la expansión de la radio y
los inicios de la teoría de la aguja hipodérmica, los estudios en comunicación
social comienzan a tomar una forma más conocida para nosotros.
Las críticas iban acumulándose sobre los supuestos de la teoría de la aguja hipodérmica. Esto lentamente fue abriendo un nuevo camino hacia las personas a las que se dirigían las comunicaciones o los mensajes. La nueva dirección de la mirada de los teóricos terminó por involucrar en los estudios sobre comunicación otra disciplina de las ciencias sociales: si en los años veinte la teoría de la aguja hipodérmica reflejaba en su enunciado la presencia de la psicología conductista, en los años cuarenta iba a poner en la mira de los estudios en comunicación la incorporación de los índices sociodemográficos. Es decir los estudios de comunicación habrían la puerta a la segmentación de la sociedad en los diferentes estratos sociales, educacionales, etarios, de género, etc. Podríamos decir que a través de la incorporación de los índices sociodemográficos, los estudios de o en comunicación, comienzan a describir un nuevo elemento en las teorías: la “audiencia”. Como es sabido en la actualidad estas investigaciones son las más requeridas y tienen un prestigio -a veces- desmedido. Por ejemplo los estudios de mercado, o las mediciones del rating televisivo son estudios de audiencia.
El nacimiento de la audiencia.
En los años cuarenta las investigaciones sobre comunicación
de masas se habían consolidado con los aportes de Harold Lasswell, Paul
Lazarsfeld, Robert Merton, Eliu Katz y otros (ver Mauro Wolf). Los estudios
aglutinados bajo la denominación de communication
research habían profundizado en el fenómeno de la comunicación y dejaron de
lado los principios iniciales sobre la propaganda y la sociedad de masas. Como
consecuencia de este recorrido, pasada la segunda guerra mundial, la presencia
de los estudios sociodemográficos en las ideas de los investigadores, y la
sistematización y especialización cada vez mayor de los trabajos habían
incorporado a la communication research una nueva categoría: la
“audiencia”. Denis McQuail en su trabajo de introducción a la problemática de
los medios y la comunicación señala al respecto de este tema:
“(E)l conjunto de hallazgos revela un interés
absolutamente pragmático y pone de manifiesto que los estudios perseguían dos
objetivos: el recuento y descripción de la audiencia y la medición de los
efectos directos sobre quienes están expuestos a la comunicación. Estas dos
características dan cuenta de la mayor parte del esfuerzo de investigación
durante un período de 20 ó 30 años, que cubre las décadas de 1930, de 1940 y
gran parte de la de 1950. Por otra parte, esto puede entenderse como efecto de
varias presiones relacionadas entre sí: las necesidades operativas de los
nuevos medios; los intereses especiales de los gobiernos, anunciantes y
seudopropagandistas; la natural curiosidad pública acerca de los nuevos medios
y los intereses más narcisistas de quienes los manejan”.[1]
Como se puede apreciar, los planteos teóricos de la comunnications research, no sólo realizan aportes que consolidan los estudios en
comunicación, también introdujeron la audiencia como una nueva categoría en la formación
social contemporánea. Ésta última categoría reemplazaría, en los futuros
estudios, a la antigua concepción de sociedad de masas, con la cual había
interpretado el fenómeno la teoría de la aguja hipodérmica. Pero es necesario
aclarar, como deja entrever McQuail en el fragmento citado, que la audiencia no
es una categoría científica “más elevada” en los estudios de comunicación, o en
las ciencias sociales y políticas, que la sociedad de masas. La categoría de audiencia
es consecuencia de los intereses y condiciones que imprimían a las
investigaciones en comunicación.
En segundo lugar la categoría de audiencia, al parecer, es una categoría algo más compleja o un poco más definida que sociedad de masas, sin embargo esta última no escapa a algunas limitaciones. Las críticas que se habían realizado en el principio de los estudios a la noción de sociedad de masas (fragmentación de la sociedad en átomos sin relación alguna entre los sujetos) argumentaban que era una representación de la sociedad inexistente o por lo menos forzada. La sociedad se encontraba compuesta por personas que establecen relaciones entre sí, sean familiares, de amistad de trabajo, etc. Todo esto no se encontraba presente en la noción de sociedad de masa o por lo menos no tenía influencia o importancia en la caracterización de la sociedad. Ahora bien la audiencia podía describir el consumo mediático a través de la influencia de los padres hacia los niños, como se puede ver en la teoría de flujos de dos pasos o niveles (Two step flow) y los líderes de opinión. Es decir, con la noción de audiencia se habría la posibilidad de reconocer en los estudios de comunicación algunos vínculos sociales. Sin embargo la noción de audiencia todavía define a un grupo de personas en relación a los medios masivos de comunicación. La audiencia, como categoría científica, carece de posibilidades interpretativas del fenómeno de comunicación en relación a las personas entre sí, por fuera de los medios masivos de comunicación Esto es, en los estudios de investigación en comunicación la relación dominante a tener en cuenta por medio de la noción de audiencia es aquella que une a las personas con los medios masivos de comunicación. Las vinculaciones entre los sujetos como los grupos de amigos, familiares, etc. siguen siendo relaciones de segundo orden para los estudios sobre la audiencia.
El financiamiento de los estudios. La herencia de Lazarsfeld y los estudios administrativos.
“Como señala Merton (1957), las demandas del mercado
que condicionaron los trabajos de medición de la audiencia influyeron también
sobre los conceptos y categorías aplicadas en su estudio. La estratificación de
acuerdo con el nivel de ingresos, sexo, edad y ocupación tendió a proporcionar
las categorías más importantes para el análisis de la conducta de la audiencia
(...)”[2]
Dos casos paradigmáticos de las influencias en los
presupuestos de financiamiento pueden ser vistos en los recorridos de Lasswell
y Lazarsfeld. El primero como señala a pie de página Mauro Wolf en el trabajo
del eje anterior,[3]
trabajó investigando en el “Instituto de análisis de propaganda”, financiado
por el Estado norteamericano durante el proceso de expansión del fascismo en
Europa en 1937, hasta 1941, momento en que los EEUU se incorpora a la segunda
guerra mundial. Los objetivos del instituto se encontraban centrados en “ayudar
al ciudadano inteligente a descubrir y analizar la propaganda”. Como es posible apreciar en esta sola oración
podemos extraer no pocas conclusiones de qué principios teóricos guiaron a
estas investigaciones. a) Para comenzar, no existen intenciones de encarar un
fenómeno contemporáneo como la comunicación masiva, sino es a través del
estudio de la “propaganda” y la posibilidad de influir en los habitantes de
esta nación. b) Se propone “descubrir la propaganda”, es decir, analizar los
contenidos “ocultos” de los mensajes, contenidos que no son explícitos en la
organización del mensaje, y a partir de este estudio determinar si es
propaganda o no. Esto es necesario porque muy probablemente las personas que no
son inteligentes no estarían capacitadas para realizar tal ejercicio. c) Además
supone que este tipo de mensajes son negativos o perjudiciales, por tener esta
característica de ser ocultos. A la vez deja abierta la interpretación
contraria, es decir existen también mensajes positivos que no entrarían en los
términos de propaganda y la única característica diferenciadora sería que estos
son explícitos.
Por supuesto estas consideraciones nos llevaron a
contemplar el contexto donde se encararon o comenzaron estos estudios. Antes de
la segunda guerra mundial en donde los EEUU tendrían que intervenir y debían
hacerlo tomando una posición sobre qué bando apoyar. Por otra parte los
estudios de propaganda se referían por un lado a la propaganda alemana, y por
extensión a todos los productos culturales e industriales alemanes. Pero
también era necesario estigmatizar la propaganda de izquierdas, debido a que
estas ideas habían encontrado adherentes en el movimiento obrero y el movimiento
de intelectuales críticos de Chicago durante los años anteriores a la segunda
guerra mundial. Como vimos los estudios de Lasswell se encontraban direccionados
por las necesidades de los EEUU y como puede verse, estas necesidades
terminaron influyendo en las investigaciones en o de comunicación.
Por otra parte Lazarsfeld toma un camino diferente: “fundó
en 1941 el Bureau of Applied Social Reserach de
No es necesario abundar en muchos comentarios sobre la
dirección de las investigaciones de Lazarsfeld, sin embargo podemos decir que
los aportes de éste al desarrollo del fenómeno de la comunicación de masas se vincularon
a las investigaciones del consumo de la audiencia. Es decir las investigaciones
de Lazarsfeld tenían como objetivo estudiar el comportamiento de la audiencia
en relación a los contenidos como productos comerciales de consumo. Sin embargo
en Lasswell, como hemos visto, predominó la idea de investigar el fenómeno de
la comunicación de masas en relación a una reflexión política-ideológica.
A pesar de las críticas o de los límites marcados por
los contextos históricos de estas teorías, es importante aclarar que constituyen
aportes significativos a la descripción del fenómeno de la comunicación de
masas. Aportes muy utilizados por diferentes disciplinas, herramientas u
oficios como el marketing, la publicidad, los asesores de imágenes, etc. Las
intenciones de contextualizar el desarrollo teórico, con los contextos
históricos y establecer los límites epistemológicos de los enunciados, tiene
como objetivo evitar la constitución de un nuevo sentido común. La reflexión
constante, como vimos en la primera unidad, es la garantía de no caer en un
nuevo sentido común, formando nuevamente una “opinión” limitada por los
prejuicios.
Otro de los cambios fundamentales de la teoría funcionalista con respecto a los estudios empíricos se encuentra en su variante conocida como de usos y gratificaciones. Dentro de estas perspectivas se le otorga al receptor de los mensajes un rol activo. El receptor no sería evaluado en instancias predeterminadas sino se considerarían las prácticas sociales mismas de los sujetos. Inclusive, dentro de esta corriente, se valoriza fuertemente la elección de los sujetos de predisponerse a los medios para encontrar la satisfacción de alguna necesidad. Esto quiere decir que en las observaciones sobre los medios serían consideradas en relación a las prácticas arraigadas en la comunidad y no necesariamente tomar a priori que los miembros de una comunidad invariablemente recurren a los medios para satisfacer cualquier clase de necesidad. Esto puede ser observado por las funciones de los medios descritas por los distintos trabajos (ver cuadro anterior). Como se puede apreciar las funciones descritas son funciones que antes tenían otras instituciones sociales o personas dentro de una comunidad. Es decir repiten en su descripción esquemas y roles de sociedades anteriores a la masificación de la comunicación.
Finalmente deberíamos cerrar este eje señalando uno de
los más significativos límites que describe esta teoría. El modelo social que
describe, si bien es un importante reconocimiento a las estructuras sociales, se
encuentra dentro de una visión estática de la sociedad[5].
Es decir la idea de sociedad que describe en sus enunciados es una sociedad
equilibrada y sin conflictos. Al parecer la idea no es de gran trascendencia,
sin embargo si nos ponemos a recordar lo visto en el eje 1, las ideas de
Parménides y Heráclito sobre el mundo, al lado de una sociedad quieta o
estática existe la idea de que esta sociedad no puede mejorar. Es decir llegó a
una instancia de su desarrollo político, social, económico, etc. que no es
posible superar, ni tampoco es deseable hacerlo (algo muy parecido creía
Lazarsfeld con la democracia de los EEUU). Como vimos esta idea puede llegar a
ser muy radical sin embargo son ideas que cada tanto tiempo resurgen.
También se puede relacionar la teoría funcionalista de
la comunicación teniendo como fondo histórico el nuevo contexto mundial legado
por la segunda guerra mundial. La victoria de los aliados, encabezados por los
EEUU, sitúa a este país como el principal protagonista de la política de todo
el occidente. No es de extrañar entonces que un país, o mejor dicho los
intelectuales de un país, crean que en las condiciones en que se encontraba
EEUU (vencedor, con todo sus sistema de producción industrial intacto y con
potencialidades de crecer y reconfigurarse con los aportes de los países
vencidos, entre otras ventajas) por
entonces no sería necesario mejorar la sociedad existente.
Andrés Collado 2006
[1] MCQUAIL, Denis,
“Sociología de los medios masivos de comunicación”, editorial Paidos, Buenos
Aires, 1972, Pág. 55.
[2] Idem anterior Pág. 58
[3] WOLF, Mauro. “El modelo
de Lasswell y la superación de teoría de la aguja hipodérmica”, en “La
investigación de la comunicación de masas. Crítica y perspectivas.” editorial
Paidós Buenos Aires 1996. Pág. 30 También ver entrevista a Noam Chomsky en el
mismo eje.
[4] MATTELART, Armand y
Michele, “Historia de las teoría de la comunicación”, editorial paidos, Buenos
aires 1997. pág 32.
[5] De esta característica de la sociedad proviene el
nombre de esta corriente de estructural-funcionalismo. (ver Wolf pág. 70). Ya
que el estructuralismo como corriente dominante dentro del paradigma científico
social –a partir de los años ´60 mas o menos- incorporó sus principios a todas
las disciplinas del campo sin discriminar cuáles eran sus objetos científicos. La
idea estructuralista sobre la sociedad reconoce rasgos de filiación que son
estables, inmutables y extendidos en todas las geografías a lo largo del
tiempo, o generaciones enteras. Como consecuencia se puede concluir a partir de
sus enunciados que las sociedades después de un tiempo de evolución llegarían a
un nivel maduro en su constitución.
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